Vídeo y fotografía de Matt Trappe
La vida de un deportista casi siempre incluye periodos de lesiones. Es la dura realidad. Nuestro cerebro puede convencernos de que podemos correr 30 km cada día, pero los huesos y cartílagos que componen nuestro cuerpo son independientes de nuestros objetivos. En cuanto abandones el sofá y des un paso hacia tus sueños deportivos, también te enfrentarás a tu próxima lesión.
Tendrás que dar ese paso de todas formas. Y después muchos más. Para lograr tus objetivos, debes seguir entrenando y no permitir que el miedo te paralice. Las lesiones pueden entorpecer tu progreso. Cualquier deportista que se haya acercado a su máximo potencial se ha enfrentado más de una vez con su peor enemigo: una lesión. Tras la mayoría de las victorias triunfantes hay siempre algún revés provocado por una lesión.
Son inevitables, pero difíciles de sobrellevar. Los corredores no dejan de enfrentarse a ellas todo el tiempo. ¿Ese dolor de cadera que sientes al despertar es insignificante o arruinará tu temporada? Este tirón que sentiste en la espinilla en el sexto kilómetro... ¿Es algo sin importancia o es una fractura? Al aprender a responder estas preguntas, te convertirás en un deportista más profesional. Asimismo, es una parte importante del entrenamiento.
Este artículo brinda a los deportistas nueve consejos para ayudarlos a manejar mejor sus períodos de lesión. Como en un juego de cartas, incluso si has jugado bien todas tus cartas, aún puedes perder una mano. No es grave. Incluso puede que este fracaso te lleve a tu próxima victoria.
Importante: por supuesto, siempre es bueno consultar a un médico u otro profesional de la salud, como un fisioterapeuta. Se han formado durante años, por lo que no tienes que buscar tus síntomas de lesión en Google y entrar en pánico con los resultados...