La ruta por la que suele correr Tazneem Anwar es preciosa. Su grupo de corredoras, con sede en Londres, se reúne junto al río Támesis para correr por la orilla. Juntas pasan por hermosos puentes y disfrutan de la naturaleza. Sin embargo, cuando el coronavirus paralizó Londres en 2020, su grupo tuvo que dejar de reunirse. Para Tazneem lo más sencillo hubiese sido aparcar los entrenamientos y esperar a que volviese a normalizarse la situación.

Sin embargo, fue capaz de correr una ultramaratón.

La carrera cubría una distancia de 100 km, muchísimo más de lo que se hubiese imaginado hace cuatro años cuando empezó a correr. En un año que parecía dispuesto a paralizar los objetivos, los sueños y las metas personales, Tazneem no se dejó amedrentar.

«Para mí, en eso consiste el progreso. Cuando comencé a entrenar hace cuatro años, si corría unos cuantos kilómetros, eso ya era un logro. En tan solo unos años, he pasado de no correr nunca a participar en una ultramaratón. Compito contra mí misma y voy progresando a mi propio ritmo», nos cuenta Tazneem.

El progreso continuo de Tazneem ha cambiado su forma de verse a sí misma. Cuando era más joven, no se consideraba una persona deportista.

«Correr sacó una faceta de mí que no conocía», dice. «He aprendido a no subestimarme».

A pesar de esto, tardó algún tiempo en aceptar este cambio personal. «Durante mucho tiempo me decía a mí misma que simplemente era una persona que corría, no me identificaba como una deportista o atleta. Pero un día le conté a mi madre que iba a contratar a un entrenador y me preguntó asombrada si no me lo estaba tomando demasiado en serio... Desde ese momento, me di cuenta de que sí que me lo estaba tomando en serio y de que sí que puedo considerarme deportista».

Sin duda, Tazneem está descubriendo nuevas facetas a través del deporte... Y otras personas lo han notado. Se ha convertido en un punto de referencia para otros corredores de su comunidad, en especial para las mujeres musulmanas. Le piden consejo sobre cómo correr durante el Ramadán (Tazneem sigue entrenando durante su mes de ayuno) o dónde comprar ropa transpirable y ligera que las haga sentirse cómodas mientras practican deporte.

El año 2020 no impidió que Tazneem corriera una ultramaratón ni que consiguiera crear su comunidad de corredoras. Montó un grupo de mujeres del sur de Asia y, entre confinamiento y confinamiento, lograron completar un programa tan simple como ser capaz de levantarse del sofá y correr 5 km.

«Algunas de ellas también corrían con hiyab como yo. Otras no se sentían cómodas entrenando solas porque habían tenido experiencias negativas. Pero corríamos juntas, como un grupo, esos 5 km. Estoy convencida de que esto sirvió para darles la confianza suficiente para correr y vestir como quisieran».

Si Tazneem pudo lograr todo esto durante la pandemia, ¿de qué no sería capaz?